Tema 4

1. La construcción social del significado y la práctica de la ciudadanía.

La ciudadanía es una conquista, al igual que lo son los derechos asociados a ella. La ciudadanía formal tiene su origen en los siglos XVIII Y XIX en un vínculo entre el individuo y el estado. La ciudadanía se configura como un factor de desigualdad: es una ciudadanía burguesa, másculina y construida sobre la base de la pertenencia a una determinada comunidad-nación.

El estatus del ciudadano integraría 3 elementos: el civil, político y social.

Su hipótesis se basa en la idea de que la combinación de derechos asociada al reconocimiento del estatus de ciudadano permite conciliar los principios y valores asociados a la democracia liberal.

Los modelos de ciudadanía resultantes son el del ciudadano cliente en el ámbito social, ciudadano consumidor a nivel económico y ciudadano elector en política, que actúan en el marco de lo que podemos denominar una democracia de producto. Desde el punto de vista legal se pone de manifiesto la necesidad de ampliar los sujetos de ciudadanía incluyendo a los individuos grupos total o parcialmente excluidos de la misma.

La Declaración Universal de los derechos humanos se plantea tanto la extensión de su alcanxe como el reconocimiento de nuevas generaciones de derechos. La dimensión ético-crítica nos coloca ante la necesidad de construir nuevos modelos de convivencia.

La ciudadanía cívica se propone la consideración de los deberes y obligaciones ciudadanas como complemento a los derechos. La ciudadanía participativa surge de las propuestas y prácticas de los movimientos sociales que se constituyen en nuevos actores políticos. La ciudadanía global anfatiza las interconexiones y dependencias a nivel planetario y destaca los temas globales como una parte fundamental de la agenda ciudadana. Todas estas propuestas se articulan en un fenómeno que Moro denomina nueva ciudadanía.

2. Ciudadanía, democracia y participación.

La educación es intrínsecamente un proyecto político: todo sistema, programa o acción educativa se plantea desde y hacia un determinado tipo de sociedad. La educación juega un papel fundamental en la construcción de ciudadanía y participación democrática. La relación entre educación y ciudadanía no está exenta, por una parte la educación se concibe como medio para alcanzar una plena ciudadanía y por otra parte el sistema no formal sufre las consecuencias de las políticas sociales asistencialistas.

Para Fernández las políticas sociales deben orientarse a la creación de ciudadanía emancipada. Para ello es preciso considerar los múltiples y complejos factores que configuran el fenómeno de la exclusión. Los excluidos lo son en la sociedad y no de la sociedad. Las dinámicas de exclusión forman parte de la sociedad, no por proporcionar asistencia a los afectados sino por transformar las estructuras.

3. La participación como dimensión clave de una ciudadnía democrática.

La participación puede concebirse como una necesidad del ser humano, relacionada con algunas de sus características diferenciales, fundamentalmente la capacidad para trascender y transformar el medio en el que habita, creando y recreando formas de vida y relación social. Sirvent identifica diversos factores que refuerzan la no participación y Moro identifica 5 poderes de la ciudadanía participativa.

El proceso de aprendizaje individual y colectivo que conduce a una participación significativa puede describirse a partir de los siguientes logros: como informarse, situarse, tomar posición, comprometerse, movilizar, crear, hacer, pasar de espectador a actor, etc.

Podemos citar algunas condiciones que facilitan una participación efectiva: poner en juego espacios, actividades y técnicas variadas, institucionalizar los mecanismo de participación, aportar información compleja, etc.

La participación puede darse en diferentes grados: de forma activa y pasiva que incluye diferentes niveles: acciones reivindicativas, colaboración en actividades, cogestión entendida como participación conjunta con un agente, autocogestión, etc.

4. Animación sociocultural

Surge en el contexto europeo a partir de los años 60 del s.XX como forma peculiar de intervención social que pretende responder a varios retos. Algunas características: su objetivo básico es generar procesos de participación activa, sus métodos y técnicas se apoyan en una pedagogía participativa, toma como base la propia práctica de los implicados, la animación trata de llevar a cabo funciones, etc.

5. Educación popular

A las prácticas de la educación popular compartirían las siguientes características: su dimensión popular y el propósito de apoyar la construcción de un poryecto político-social, son un proceso de circulaciónm apropiación y producción colectiva, pretende superar la dicotomía teoría-práctica y parte de als situaciones problemáticas de los sujetos para buscar sus causas y consecuencias.

6. Desarrollo comunitario

Es una metodología de intervención social que se plantea como objetivo movilixar los recursos humanos e institucionales mediante la participación actica y participativa de la población en el estudio, programación, ejecución  y evaluación de programas destinados a mejorar el nivel y al calidad de vida.

Se organiza en 4 fases: estudio y diagnóstico de las necesidades y recursos; programación de los proyectos y actividades a realizar, realización de lo programado;evaluación.